-Descansemos- dije mientras entrábamos en una de las habitaciones del hotel en el centro de Filadelfia que Balthazar nos había pagado. Era ridículamente lujoso, con edredones de algodón blanco en la camas de plataforma alta, demasiado limpio para las criaturas no-muertas manchadas de sangre seca.- Ambos necesitamos descansar. -¿puedes dormir?- Pregunto Lucas. El comió de nuevo en el camino varias pintas, y ahora tenia el aspecto de medio aturdido que reconocí como consecuencia de la sobrealimentación, como mama y papa el día de Acción de Gracias.
Nosotros teníamos que darle todo lo que podíamos, era la única manera de asegurar que el podría conseguir atravesar el vestíbulo del hotel sin quebrarse. Pronto a un desastre.
-no estoy segura de los fantasmas necesiten dormir. A veces necesito desconectarme un poco, supongo. Pero no es exactamente lo mismo.
-¿A donde vas Cuando te desconectas?
Me encogí de hombros. Había demasiado que yo todavía no sabia sobre mi nueva naturaleza espectral.
-a algún lugar donde puedo volver. Eso es lo único que importa.
El asintió con cansancio. A través de las paredes delgadas del hotel podía escuchar a Balthazar arrojando su equipo al lado. Decidimos pasar los últimos días antes del primer semestre en el hotel porque los padres de Vic iban a volver de Italia. El iba a tener suficientes problemas sobre el césped delantero levantado sin que su papa y su mama sepan de la plaga de vampiros en el sótano.
Además, necesitábamos darle al Vic algo de paz. El y Lucas no estuvieron frente a frente desde el ataque, por mutuo acuerdo. Era obvio que Vic estaba tratando de llegar a un trato, pero obviamente iba a tomar un tiempo.
-¿Porque los vampiros necesitan dormir? No tiene mucho sentido.- Lucas se saco sus botas y se deslizo sus jeans. Ahora el usaba boxers y una remera, pude que todo su cuerpo había tomado la belleza esculpida de un vampiro. La “T” indica todos los músculos de su amplio pecho.
A pesar de que había perdido mi cuerpo mortal, todavía podía sentir deseo.
Apague una de las luces mas cercanas a la ventana y cerré las pesadas cortinas para mantener fuera la luz del sol a la mañana. Lucas se había alimentado recientemente, no bastaría con la luz del sol para hacerle daño, pero probablemente el odie el descubrimiento.
-Mi mama decía que ella creía que era más un habito que una necesidad, como que el cuerpo sigue haciendo lo sabe que debe hacer. ¿Viste como volviste a respirar? No te detienes incluso cuando estas re-dormido.
-Pensé que nunca iba a necesitar aire otra vez.-Lucas lo dijo como broma pero no me hizo gracias. Podría haberle dicho que se imagine que el nunca iba a sentir un alivio, una respiración profunda, o un respiro entrecortado. Se desplomo en la cama, hundiendo de nuevo con gratitud en las almohadas de plumas. probablemente el podría haberse quedado dormido después de unos segundos, pero tenia diferentes ideas.
Quizás el hambre de sangre de Lucas podría ser utilizado en otras necesidades. Cuando se volvía voraz podría ser un problema, o todo lo contrario.
Cuidadosamente, trate de sacarme el pantalón de pijama estampado de nubes. Ellos no eran una ropa tan actual como en la memoria de la ropa, así que no era tan seguro si iban a salirse o no.
Ellos se salieron. El pijama se estampo contra el piso desapareció. Espero que ellos vuelvan, pero mas tarde, ahora no los quería por un rato.
Lucas alzo una ceja.
Como yo dormía en la cama al lado de el, el me sonrío y fue la primera señal de real placer que vi de el desde su resurrección.
-¿Crees que todavía funciones?- murmuro.- ¿vos y yo?
-Vamos a averiguarlo.
Él me derribó en sus brazos, estábamos fríos uno contra el otro ahora, pero era natural para él y para mí, a lo que se había convertido. Líneas delicadas de las heladas y atadas hojas alrededor de nosotros como nuestros labios se encontraron con suavidad. Al principio, Lucas estaba tan seguro sobre sus movimientos, y los míos, que me sentía insoportablemente tierna hacia el. Al igual que todo lo que quería hacer era envolverme a mi misma alredor de él como una manta y un abrigarlo de todo lo que había pasado.
Su boca se abrió debajo de la mía así como sus dedos se enredaron en mi pelo. La única cosa que usaba era mi brazalete de coral que me mantenía sólida, haciendo esto posible.
-Lo logramos.-pensé.
Todas las complicaciones que enfrentamos parecían haber desaparecido. Estábamos de vuelta donde habíamos comenzado. La muerte no pudo separarnos.
Nuestros besos se intensificaron y profundizaron. Las manos de Lucas todavía eran sus manos, fuertes y familiares. El me tocaba de la misma manera. Sentía un placer diferente ahora, suave, más difuso y, sin embargo lo abarcaba todo, pero no era menos por haber cambiado. Y a medida que me aseguraba mas, la pasión crecía entre nosotros, parecía que mi gozo fluía a través de ambos.
Me rodó sobre la espalda, pero entonces su expresión cambio. Vi sus colmillos, entendí y sonreí. Sentí el impulso de morder también, no fuertemente, ahora que no necesitaba la sangre, pero el sexo y los colmillos siempre van a ir juntos para mí.
-esta bien- suspire contra su garganta, entre besos.- Puedes tener hambre de esto, puedes tener esto.
-Si.- dijo y sus ojos verdes se clavaron en mí en una desesperada suplica.
-¿Necesitas beber?- Arqueé mi cabeza contra el y la deje caer hacia atrás, dejando mi garganta al descubierto. Lucas respiro, un duro respiro.- Bebe de mi.
Con un gruñido, el hundió sus colmillos en mi carne. Otra vez sentí el verdadero dolor de tener un cuerpo, y que solo fue su propio tipo de placer. Mis manos con fuerza se apoderaron de él alrededor de su espalda, rindiéndose a su hambre.
Hasta que el se alejo de mi, gritando de dolor.
-¿Lucas? Me senté, sosteniendo la hoja para mi.- ¿Lucas que pasa?
- ¡Me quema!
Se tropezó con la cama, agarrándose la garganta, se ahogo y después escupió. Sangre fantasmal plateada brillaba en el piso. Olí humo y encendí la luz que estaba al lado de la cama. En la luz vi un par de marcas débiles.
Entonces me di cuenta que las hojas se habían quemado también, unas marcas cafés donde mi sangre había caído.
Puse mi mano sobre la herida en la garganta, pero ya se había cerrado. La piel debajo de mis dedos era una sensación de cosquillas.
Por unos segundos, solamente nos miramos. La unica cosa que pude pensar para decir fue.
-Ahora ya sabemos porque lo vampiros no beben sangre de los fantasmas.
-Si.- Lucas hizo una mueca cuando hablaba, y sus vos era ronca. Me di cuenta que sus labios, lengua y garganta se habían quemado. Como vampiro, el se cura rápido, pero no al instante. Cada lugar que toco era una fuente de dolor para el ahora.
Quizás el vio la compasión en mis ojos, porque volvió su cabeza.
-Deberíamos dormir.- el tiro de nuevo las frazadas a la otra cama del hotel.
-Lucas, no tiene siempre que involucrar a la sangre, ¿recuerdas eso?
-Lo se- se dejo caer en la cama, pesadamente, como si ya no pudiera soportar su propio cuerpo.- Vamos a averiguarlo.
A pesar de que quería discutirlo. Sabía que este no era el momento. Simplemente apague la luz otra vez y deslice de nuevo las mantas, fría y sola en la gran cama. Después de unos segundos, se sentía inútil seguir siendo sólida, así que me saque el brazalete y me disolví en el vacío azul y brumoso.
Tanto para el pensamiento no podía la muerte, no podía tomar nada de nosotros.
-La última oportunidad para cambiar de opinión.-dije hace un par de días cuando Lucas agarro sus pocas pertenencias en la madrugada del primer día de clases. Por un momento me arrepentí de la broma, seria desastroso si Lucas se arrepintiera, porque no teníamos un plan B.
Pero Lucas me siguió la broma.
-Siempre intentando conseguir un diploma algún día. Supongo que después de la muerte cuanta como un día, ¿no?-el trato de sonreírme, pero no lo logro.
-¿Se siente raro?¿no ir?
Ese fui el primer momento que me di cuenta que morí abandonando del undécimo grado.
-si, un poco.
Estos días no fueron fáciles para nosotros. Tuvimos que mantener a Lucas sobre-alimentado de sangre, y el se negaba rotundamente a abandonar la habitación. Memorice el horario de las mucamas del hotel para que Lucas las evite. Lucas insistía en que Medianoche era muy riesgoso para mí, y yo no estaba muy segura de no estar de acuerdo. Pero ¿que otras opciones teníamos?
La luz del amanecer ilumino los bordes de la cortina de la ventana de hotel, Lucas se encogió de hombros en el sweater de Medianoche –Balthazar había ordenado líneas para ambos.
El se había vuelto un poco más alto y más musculoso desde que había sido estudiante de Medianoche, asíque el sweater le quedaba ajustado, pero en una buena manera.
-Te ves genial.- dije- me recuerda a cuando nos conocimos.
-Cuando trate de salvarte de lo vampiros.- Lucas hizo una pausa, después se acerco a mi y puso sus anos en mi
Pecho.
-Sabes que la única razón de que este haciendo esto es para que pueda volver a estar contigo. Ser lo suficientemente decente para ti, y saber como actuar, lo sabes ¿no?
- Lo se
- Y vas a ser cuidadosa ¿no? ¿No vas a correr ningún riesgo en medianoche?
-Voy a ser cuidadosa.- le tome la mano y bese su palma. Entonces removí mi pulsera, volviéndome media transparente y lo puse en los dedos de Lucas.
-Toma esto contigo. Voy a estar contigo.
-¿no lo quieres contigo? ¿Por si acaso? No puedes forzarte a perder esta cosa, y tú broche esta en mi bolso.
- no es como si pueda tomarlo conmigo.- señale.- Cuando viajo, nada físico puede viajar conmigo. Además, no podría estar en ningún lugar más seguro que contigo.-Doble su mano alrededor de la pulsera.
Se inclino hacia delante, como para besarme. Ahora que yo era incorpórea, una suave sombra azul con la vaga forma de mi cuerpo, nuestros labios no podían tocarse. Pero un poco de Lucas me atravesó, un leve cosquilleo fresco que me hizo estremecer, al igual que nuestro beso hubiera sido.
Cuando sonreí, hubo un golpe en la puerta, Balthazar.
-Hora de irnos.
Después de que ellos emprendieran el largo viaje desde Filadelfia, me prepare para mi propio viaje.
Maxie me había dicho que los espectros se mantuvieron unidos a ciertos lugares y cosas que habían sido significativos para nosotros en nuestras vidas.
Nosotros siempre podríamos viajar con ellos, no importa que tan lejos estén. No estaba seguro sobre cada uno de estos lugares todavía, pero tenía algunas ideas: el viejo árbol de Maple en Arrowwood donde me gustaba jugar de niña, el teatro donde Lucas y yo habíamos tenido nuestra primera cita, y capaz la bodega de vino donde habíamos vivido las ultimas semanas.
Eran teorías.
El único lugar que sabia viajar era al primer lugar que viaje, por accidente: la Academia medianoche, específicamente a la gárgola que se había posado fuera de mi dormitorio.
Me deje en la oscuridad de la nieva, y al principio la sensación era deliciosa, como el sueño, tan tentador. Pero mi mente se mantuvo centrada en la gárgola. Había pasado tanto tiempo mirando su sonrisa con colmillos que podía imaginarla perfectamente: las garras de piedra, la espalda encorvada, las alas puntiagudas. En pocas palabras me imagine la piedra bajo mis manos, fría y dura.
Entonces pude sentirla.
El mundo se aclaró alrededor mío. Alcancé el tope de la gárgola, lo cual hubiera sido masivamente incómodo si hubiera estado viva, pero ya no lo era, ahora podía flotar cuando quisiera. El hielo se estremecio, anunciando la presencia de un fantasma.
Mis padres lo verían? Ellos lo habían visto la primer vez que yo accidentalmente había llegado allí. En lugar de darse cuenta que sería yo, aún cuando se asustarían, iban a suponer que la escarcha sería de otro de los fantasmas que habían invadido Medianoche.
No invadiendo. Me recordé a mi misma. Arrastrados aquí por los estudiantes. Traidos aquí especificamente por la Sra. Bethany. Tuve que permanecer en guardia.
No escuche nada desde el departamento. Probablemente mis padres estarían en la planta baja ayudando a la Sra. Bethany a dar la bienvenida a los estudiantes. Mirando hacia abajo, pude ver que las primeras personas ya habían comenzado a llegar. La mayoría humanos hasta el momento, demasiado contentos y ruidosos -pero de vez en cuando, silenciosamente, figuras vestidas oscuramente se movían a través de la multitud como si pertenecieran aquí mas que nadie. Ellos si pertenecían aquí más que nadie; ellos eran los vampiros.
Rápidamente me movi por el costado del edificio, invisible excepto por los rastros de escarcha que dejaba en el camino. En un principio solo quería tener una mejor vista, pero luego me di cuenta de algo: había algo fuera de lo común acerca del colegio.
Bueno, gran sopresa. La Academia Medianoche estaba llena de cosas “fuera de lo común”. Pero esto era diferente, algo que nunca había percibido antes – como si, en ciertos lugares, la escuela estuviera empujandome, tratando de mantenerme alejada. Probablemente era algo que solo los fantasmas podíamos sentir. En aquellos lugares, sentí como si estuviera siendo observada directamente a través de los muros. Curiosa, me movi por el lateral del edificio, dejando escarchas en las ventanas mientras pasaba. Aun cuando había lugares en lo que si podía entrar a la escuela, había lugares en los que simplemente no podía. Y en un lugar –el area en la parte mas alta de la torre sur, justo arriba del departamento de mis padres – sentí que era repelida completamente de una manera que dio escalofríos.
Mejor no iré allí. Me dije a mi misma. No es como si tuvieras algun motivo concreto para ir alli. Mientras pueda entrar por otra parte del edificio, podre llegar a Lucas. Nada mas importa.
Sin embargo, saber de aquella extraña energía me tenía mal. Fui hacia abajo, alejandome de aquel lugar y contemple las llegadas de los alumnos, que era lo unico a lo que tenia que estar prestando atención.
Mientras focalizaba nuevamente la multitud, reconocí el primer rostro familiar y sentí un calido resplandor de felicidad que pudo significar una sonrisa. Patrice!
Patrice Deveraux, mi compañera de cuarto durante mi primer año en Medianoche, se bajaba de un Lexus gris. Su version retocada a medida del uniforme escolar hacía que luciera sofisticada y elegante aun usando una pollera y un sweter, y su natural oscuro pelo endulado atado en una coleta, la hacia lucir mas hermosa. Se había salteado el año anterior para divertirse en Escandinavia con su novio nuevo, pero luego, uno o el otro, había terminado la relación – probablemente Patrice, ya que siempre había pensado en los hombres principalmente como accesorios de moda.
A pesar de su obsesion con las aparecias y lujos, Patrice tenía algo especial que hacía que me cayera bien.
Para mi sorpresa, ella había intentado acercarce a mi durante el verano luego de intentar huir, probandome no ser tan desconciderada como podía aparentar. Me hacía feliz saber que no todos los vampiros en Medianoche eras sinistros y amenazadores. Además, esta era la primera vez que la veía desde que había muerto. Desee poder saludarla, pero obviamente eso resultaba imposible.
Justo antes de que Patrice ingresara, se detuvo en la puerta y miró hacía arriba, directamente hacia donde yo estaba flotando. Ella podría verme? Me di cuenta rápidamente que ella no podía hacerlo, pero la coincidencia era sorprendente. Patrice vaciló por unos segundos y luego se ajustó las gafas e ingresó.
Mas caras familiares comenzaron a aparecer, de vampiros y humanos, mayoritariamente de gente que no había conocido pero que había compartido clases y hablado ocacionalemente. Un par de profesores tambien aparecieron – ambos Sr. Yee y Profesor Iweberon se mezclaron entre los nuevos ingresantes, saludando a los padres. Busque a mi madre y padre, con un poco de temor y con un poco de esperanza,pero no estaban por ningun lado. Entre los alumnos humanos, no vi a ningun amigo pero reconoci unos cuantos rostros – como a Clementine Nichols, a quien su ticket para Medianoche
Había sido su embrujado auto, y a Skye Tierney, compañero de laboratorio en el primer año de Raquel. Ella había dicho que Skye era “una buena persona, basicamente”. Viniendo de Raquel, quien odiaba a la mayoría de las personas hasta que les daban una razón para sentir lo contrario, ese era un gran elogio.
Sin embargo, nunca había intentado hablar con ella o con ninguna de la mayoria de las personas. Por que nunca le pude preguntar a Clementine cómo era tener un auto embrujado? Tuve que haberme acercado a las personas más seguido. Nunca había sido extrovertida, pero la muerte me hacia sentir más solitaria, de alguna manera.
El auto de los Woodsons finalmente arrivó, y Vic y Ranulf aparecieron. Ambos llevaban el uniforme reglamentario, pero Vic usaba una gorra de los Phillies, como siempre – y para mi asombro, Ranulf también llevaba una.
-Que sorprendente.- La Sra. Bethany salió de la escuela como si hubiera sentido las desviaciones del protocolo a la distancia-Sr. Woodson, su influencia sobre el Sr. White es profunda e inadecuada.
-Nos las sacaremos antes de clases – Vic prometió-Absolutamente.
-Asegurense de hacerlo.
La Sra. Bethany los vió alejarse, sus afilados ojos los siguieron como un aguila siguiendo su presa. Ella lucia oscuramente hermosa con su grueso pelo atado y sus largas uñas pintadas color carmesí. En lo unico que podía pensar era la última vez que la había visto – durante la redada que habá liderazgo contra el cuartel de Nueva York de la Cruz Negra. Había matado al padrasto de Lucas delante de mis ojos sin vacilar. La directora de Medianoche hacía cumplir su idea de la ley, ya sea en la busqueda de venganza hacia la Cruz Negra o en la regulación del uniforme escolar. Me pregunte si esas cosas eran diferentes para ella, o si simplemente era cuestión de reglas.
Eso era lo que Balthazar parecía creer. Aunque no estaba segura. Lucas y yo nos habíamos conocido porque, dos años atrás, la Sra. Bethany había cambiado las reglas de Medianoche para poder permitir a los alumnos humanos ingresar en la academia – sin informar que esos alumnos humanos estarían rodeados de vampiros, por supuesto. Cada uno de esos estudiantes humanos compartían una coneccion, de una forma u otra, con fantasmas. Ella había estado cazando fantasmas – criaturas como yo – por razones que todavía teníamos que descubrir. La Sra. Bethany era complicada en maneras que no podía descubrirla.
Pero estaba segura que ella jugaría por las reglar hoy, por lo menos, ya que reconocí el auto que Balthazar había alquilado acercandose por el largo camino.
Cuando Baltazhar salió del auto, varios estudiantes – vampiros y humanos – le sonrieron; el siempre había sido popular sin siquiera intentarlo, de confianza para todos. Pero cuando Lucas salió del asiento del acompañante, las sonrisas de los vampiros se borraron y fueron reemplazadas por expresiones de odio puro.
Aquellos que habían estado dos años atrás sabían que Lucas había estado en la Cruz Negra – que había venido en una primera estancia para espiarlos, y que había sido criado para matar a vampiros. Todos ellos sabían como se había escapado por poco de la Sra. Bethany cuando lo habían descubierto. El hecho de que Lucas haya sido convertido en vampiro, algo que habían persibido al instante, no disminuyo su odio en lo mas minimo.
El unico vampiro que no se altero y se puso furiosa fue la Sra. Bethany. Ella se acercó tranquilamente, con su pollera negra moviendose al paso, hacia Lucas. Su expresión era ilegible mientras le clavaba la mirada.
Podria el animarse a hacerlo? Su rostro traiciono su confusion y duda, pero quien podría culparlo? Pedir la proteccion de los vampiros –declararse como uno de ellos– era un poco como una segunda muerte para el. La muerte para todo lo que el había sido, la muerte a toda su vida entera.
Pero el no había tenido otra opción.
Lucas tomo una gran bocanada de aire.
-Hago un llamado al santuario de Medianoche.
El caos se desató. Varios de los vampiros estudiantes intentaron protestar, incluso contra Blathazar, quien se rehuso a ser hostigado, o contra la Sra. Bethany, quien los ignoró mientras se mantenia inmutable entre el caos. Los alumnos humanos, por supuesto no tenian idea que era lo que pasaba o porque este chico nuevo era tan odiado por el cuerpo estudiantil; pero comprensiblemente, comenzaban a sospechar de el.
Lucas se mantuvo firme, aun cuando pude notar cuanto deseaba atacar, y como sus oscuros ojos verdes como seguían a un alumno humano por mucho mas tiempo del debido. La Sra bethany lo estudió fijamente, hasta que con un ademan le indico que la siguiera hacia un lateral del campus – hacia la cochera donde vivía.
Mientras Balthazar los veía alejarse, el espacio a su alrededor se amplio al tiempo que los estudiantes vampiros se alejaban de él. Me acerqué a su lado y le susurré:
-¿Cómo crees que ella lo esta tomando?
El se apartó y luego susurró:
-Me asustaste
-Desde ahora en adelante acostumbrate a tenerme a tu alrededor.
-¿Aun cuando este en la ducha?
-Eso desearías.
Luego de cerciorarse mirando a todos lados, de que nadie lo observaba hablando “consigo mismo”, murmuró:
-Creo que si ella fuera a hecharlo, no lo haria tan pronto. Pero ella nunca lo haria Bianca. Confia en mi.
Aun luego de todo lo que el había hecho por Lucas desde su transformación, no me sentia preparada para confiar totalmente en Balthazar nuevamente.
El era el chico que había guiado a Lucas a su muerte – la persona que había arrastrado a Lucas en esta situacion desde un principio. No era asi?
No podía con la incomodidad entre nosotros por un segundo más. Por lo que fui tras la Sra. Bethany y Lucas, ansiosa por oir lo que fuera.
La Sra. Bethany vivía en la cochera sobre un extremo del terreno del internado, un lugar que yo conocía perfectamente. Pero olvide un detalle fundamental mientras me acercaba por el techo, preparada para ingresar – cuando me senti rechazada violentamente. Por supuesto , me di cuenta el techo.
Metales y minerales del cuerpo humano, como cobre y hierro, repelían a los fantasmas violentamente. Esa era la razón por la cual la Sra. Bethany había elegido un techo de cobre: para mantenernos alejados. El impacto me hizo recordar aquellos lugares de Medianoche, excepto que en este caso, todo el lugar me repelía fuertemente.
Bueno, si no era capaz de seguir a Lucas hacia adentro, podria tratar de hacer lo mismo que hacia en mis años de estudiante, espiar.
Me acurruque en una suave nube en una esquina de la ventana, donde las ramas de los olmos cercanos rasgaban las ventanas y podían ocultarme con las sombras. Esa posicion me dio una vista hacia el escritorio de la Sra. Bethany – tan ordenado y limpio que todo se encontraba en el angulo perfecto. Mientras veía, ella se movió en el cuarto, con una postura de comandante mas marcada que nunca. Lucas la siguió, con los hombros tensos y una mirada cautelosa, la mirada que el siempre llevaba cuando esparaba una pelea.
-Hay una pregunta que debemos aclarar antes que nada, Sr. Ross –la Sra. Bethany dijo mientras tomaba asiento detrás del escritorio. - ¿Dónde esta Bianca Olivier?
Sorprendida, me sacudi mientras las hojas alrededor mío se movían. Ella miro en mi direccion por un segundo, sin dudar que yo solo representaba una brisa del viento.
Lucas se sento bruscamente en la silla opuesta a ella, cruzando los brazos fuertemente.
-Bianca esta muerta.
La Sra Bethany no dijo nada. Sus ojos oscuros permanecieron fijos en el en una silenciosa demanda por una explicacion mas amplia.
El continuo.
-Hace unas seis semanas, su salud solo…empeoro. Ella no queria comida. No queria sangre . Intente llevandola al doctor, pero comenzo a cambiar, por lo que no supieron que hacer por ella.
-Debio haber sido claro para ti lo que ella necesitaba.
Lucas asintio lentamente.
-Bianca necesitaba ser transformada en vampiro para permanecer viva. Le pedi que me matara. La hubiera permitido matarme solo para salvarla. Pero se negaba a hacerlo.-su voz se qubro en la ultima palabra, por lo que ladeo su cabeza lejos de la Sra. Bethany.
Mi resurreccion en un fantasma hubiera disminuido el dolor de Lucas, pero me di cuenta en ese momento que las heridas que el había sufrido al verme morir, lo habian marcado de por vida.
-No lo hubieras podido evitar-la Sra bethany dijo. No sonaba simpatica exactamente, pero su vos era un poco más suave- si la señorita Olivier no lo transformo en vampiro, quien lo hizo?
-Esa fue Charity –la mandibula de Lucas se tenso. Una oleada de odio puro me atravezo completamente- tuvimos un enfrentamiento luego de la muerte de Bianca, alla en Philadelphia. No se por que lo hizo.
-Con Charity More, la sensatez raramente entra enla ecuacion – eso era lo mas cercano a un chiste de lo que nunca antes había escuchado decir a la Sta. Bethany.
-No sabía que hacer al principio. Es – supongo que sabe lo que es, cuando cambias. Balthazar estaba cerca, tratando de lidiar con su hermana, y me ayudó. Intente hablar con mi madre, pero ella – es parte de la Cruz negra.
Los ojos de la Sra. Bethany cambiaron.
-Te refieres a que ella te atacó.
-Si.
-Tu propia madre- para mi asombro, me di cuenta que la Sra. Bethany sentia indignacion por Lucas- indecente. Asombroso. Odioso. El tipico comportamiento que uno esperaria de un miembro de la Cruz Negra, pero uno creeria que el amor de una madre superaria el poder de su anti-vampiro naturaleza.
-Supongo que no-el murmuró.
La Sra Bethany se alzó, caminó alrededor del escritorio hacia al lado de Lucas, y puso su mano en su hombro. Si sus ojos indicaban algo, el estaba tan sorprendido como yo.
-Es desafortunado que hayas tenido que aprender del error de tus decisiones de una manera tan horrenda. Pero tienes que saber que mi simpatia esta con todos aquellos que han sufrido de la persecucion de la Cruz Negra. Tu pasado como un hombre vivo, y los errores que hayas echo en ese entonces, han sido borrados ahora. El santuario, el derecho de asilo, de la academia Medianoche es ahora tuyo. Te protegeremos. Te educaremos. No estaras solo nunca mas.
Por un segundo, la Sra. Bethany me agradó.
Pero Lucas no confiaba tan facilmente.
-Gracias. De enserio. Pero no sera tan simple. Todos ellos ya estan preparados para clavarme una estaca.
-Obedecerán las reglas. –la Sra. Bethany sonrio por un segundo – deja eso en mis manos.
-Los alumnos humanos…-su voz se quebró- nunca he matado.
-La urgencia es fuerte. – ella hablo como si eso fuera de esperarse- en tu caso, tal vez, mas fuerte que en los demas; veo las señales. Pero aquí tendras muchos guardianes cuidandote. Me atrevo a decir que estas en menos peligro de atacar un humano aquí de lo que estaras en el mundo exterior. Con el tiempo, descubriras como formar parte del mundo de los vampiros. Te convertiras en uno de nosotros.
Lucas cerro los ojos por unos segundos, y me pregunte si seria por alivio o desesperacion.
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